English French German Spain Italian Dutch Russian Portuguese Japanese Korean Arabic Chinese Simplified

jueves, 8 de diciembre de 2016

EL FANTASMA DE KATIE KING. ¿PRUEBA DEFINITIVA DE LA EXISTENCIA DE LOS ESPÍRITUS?



Durante mucho tiempo, la ciencia interpretó la existencia de las conocidas como apariciones fantasmales, como frutó de la sugestión, la alucinación y todo tipo de desequilibrios psicológicos, pero este planteamiento pasó a un segundo plano a partir del siglo XIX en el que los investigadores de estos fenómenos "sobrenaturales", empezaron a utilizar cámaras de fotografía para poder corroborar la existencia de este tipo de apariciones, cuya naturaleza aún no somos capaces de interpretar. 
Indudablemente, la utilización de la fotografía vino acompañada por el burdo intento de algunos individuos de crear unos montajes que provocaron la desacreditación de los investigadores más serios y comprometidos con el mundo de la parapsicología.

A pesar de todo, no todas las instantáneas de la época deben de considerarse falsas. Es el caso del controvertido fantasma de Katie King, un ectoplasma que la espiritista  Florence Cook, lograba materializar durante sus sesiones mediúmnicas. Lo realmente curioso de este caso, fue la presencia de William Crookes, un prestigioso científico inglés, galardonado con el Premio Nobel de Química en el 1907. Unos años antes, entre el 1871 y el 1874, supervisó las sesiones espiritistas que Cook celebró en condiciones de laboratorio. 

A lo largo de estos años, el fantasma de Katie King pudo materializarse en forma humana en repetidas ocasiones. Durante alguna de estas sesiones, el espectro se llegó a presentar como la hija de otro espíritu llamado John King. Según pudo comprobar William Crookes, el espíritu empezó a materializarse de forma parcial, pero con el paso del tiempo su presencia física fue tomando cada vez más consistencia, hasta que, por fin, pudo presentarse con el cuerpo completo y con una indudable apariencia de persona viva, incluso vestida con níveos ropajes. 

Para asombro de todos los presentes, llegó el día en el que el fantasma empezó a andar y hablar con total libertad, algo que aprovechó Crookes para fotografiarla en 44 ocasiones. Fue en ese momento cuando se inició un encendido debate, ya que desde entonces y hasta la actualidad, muchos investigadores empezaron a llamar la atención sobre el asombroso parecido entre Florence Cook y el espíritu, por lo que no dudaron en tachar esta historia como una simple falsificación. El problema es que el futuro Nobel de Química, certificó en más de una ocasión que él mismo las había visto juntas en repetidas ocasiones, tal y como muestran unas fotografías que han sido analizadas y estudiadas hasta la saciedad. 



William Crookes, siempre defendió hasta el día de su muerte, la existencia de un fantasma que él había fotografiado y analizado aplicando una metodología científica. Es por este motivo, por el que autores como David Sentinella, consideran las fotografías de King como auténticas, y por lo tanto una prueba más para demostrar la existencia de estos seres espectrales. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario